¿Por qué compro lo que compro? – Presión de grupo

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septiembre 24, 2011
[Esta entrada es la tercera parte de la mini serie: ¿Por qué compro lo que compro? No te pierdas las primeras dos partes sobre proyecciones futuras y sueños secretos.] Probando zapatos con las amigasComprar es un acto de afirmación de la propia imagen, un evento social con las amigas o una recompensa personal. No compras porque necesites algo, compras para sentirte mejor contigo misma. Si quieres reducir el ritmo de compras (ya sea por sostenibilidad o para invertir tu dinero en otras cosas), el primer paso es analizar por qué compras lo que compras:

¿Ya has ido de rebajas?

En nuestra sociedad las rebajas son como una fiesta nacional. Es impensable no participar en ellas. La publicidad te dice de que si no compras ahora se agotarán todas las existencias. Tus amigos preguntan qué has comprado y lo comparan con las gangas que ellos han conseguido. La respuesta correcta es que sí ya has ido, o que no, pero que irás este fin de semana. La opción de no ir de rebajas parece que no existe.

Vamos, que yo también me llevo una blusa

Al ir de compras con amigas la presión de grupo es todavía más fuerte que durante las rebajas. Si cada una lleva algo es muy difícil no dejarse llevar por el grupo. Hay muchas personas que cuando no están tan seguras de si deberían comprar una prenda, se apoyan en el hecho de que tu también te lleves una. De repente tú tienes la responsabilidad de que ellos puedan llevarse la prenda, porque si tú no compras nada les “obligas” a que ellos tampoco compren.

Antes de comprar: ¿Qué es lo que necesito?

Cuando te das cuenta que estás comprando más por inercia social o presión de grupo que porque realmente quieras o necesites algo, es hora de ser egoísta. Es tu cuerpo, tu dinero, y el espacio en tu armario, así que tú deberías ser la persona que decide qué te vas a poner y qué vas a llevarte a casa. Si tu armario está en perfectas condiciones, entonces conocerás perfectamente las prendas que utilizas regularmente y podrás decidir si vale la pena comprar algo nuevo o no. Si no estás segura, anótalo para volver a ponderarlo al cabo de 15 días. Si ya no lo tienen, o ya no lo quieres, significa que no lo necesitabas o no te interesaba. ¿Y cómo decírselo a tus amigas y colegas? Eso depende de tu predisposición para discutir las formas de consumo con las personas que te rodean. Si quieres promover la causa de consumo responsable puedes explicar tu decisión y así invitar la gente a que reflexionen sobre su propio patrón de consumo. Pero si sabes que en este momento no tienes ni la energía ni las ganas de hacer educación en sostenibilidad, lo más fácil es decir que no has encontrado nada que te guste. Nadie te juzgará por ser exigente en tus compras. La ropa adecuada te hará sentir a gusto contigo mism, pero asegúrate de que eres tú quien decide qué comprar. Imágen: gtoexperience / flickr

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