Hace un par de semanas empecé mi proyecto 333. Aunque estudié todas las listas que hay aquí publicadas para  tener una referencia en el comienzo del reto, finalmente elegí las 33 piezas a mi manera, incluyendo en esta primera vez solamente ropa. El armario quedó compuesto de la siguiente manera:

• 2 pantalones cortos
• 4 pantalones largos
• 1 falda
• 3 camisas
• 4 vestidos
• 6 rebecas o cardigans
• 6 camisetas de manga corta
• 7 camisetas de tirantes

Para tener otro punto de guía, monté mi propia carta cromática tomando como base los colores de las prendas de abajo y vestidos. La composición final fue la siguiente:

Conclusiones -en curso (y ahora finales) – de la experiencia:

• Fue de gran ayuda definir qué colores eran combinables entre ellos. Esto se tradujo en que, a la hora de elegir las prendas, automáticamente quedaron descartadas aquellas que no incluyeran alguno de esos colores.
• He vuelto a dar vida a los complementos que tenia, ya que al ir vestida con menos estampados, complemento habitualmente el vestuario con collares coloridos.
• Estoy encantada con el hecho de abrir el armario y no tener dudas acerca de con qué ir vestida 🙂
• Finalmente me han sobrado las rebecas y los pantalones largos. Los dejé porque estaba pendiente de ir a trabajar en un país más frío, pero con el calor y bochorno de Barcelona sólo han sido usados en un par de ocasiones.
• El dinero no gastado en la compra de ropa ha sido, o bien ahorrado o bien destinado a consumir un poco más de cultura.
• Algunas de las camisetas que se fueron del armario, han sido recicladas y convertidas en nuevos complementos.

  ¡Ahora ya está todo listo para revisar los 33 de otoño!