El hecho de participar en el Proyecto 333 me ha dado la oportunidad de hacer un análisis realista de aquellas prendas de vestir que efectivamente necesito y sobre todo darme cuenta de algo muy importante, tras hacer una selección minuciosa de las prendas que constituyen mis 33 artículos y a diecisiete días exactos de haber iniciado el ejercicio la única persona que se ha dado cuenta de lo que selecciono para vestir soy yo.

Cuando leí en el blog de Valentina sobre el proyecto sentí que sería muy difícil hacerlo, sin embargo, fueron tantas las muestras de apoyo que recibí por parte de sus lectores que me di cuenta que no podía quedarme atrás en mi proyecto de ser un minimalista en toda la extensión de la palabra y sobre todo era el primer paso para reducir mis pertenencias personales a solo 100 cosas.

Muchas veces sentimos que las demás personas se fijan en cómo nos vemos, sin embargo la realidad es que nos preocupamos de más, particularmente me sentía muy agobiado porque de los siete días de la semana tengo que vestir de traje riguroso cuatro días de la semana, lo cual implica el saco, la corbata, el pantalón, la camisa, los zapatos y el reloj, o lo que es lo mismo seis prendas diarias y veinticuatro artículos en cuatro días.

Al paso de los días me he dado cuenta que mi agobio y preocupación fueron en vano, ya que ahora, tras haber seleccionado muy concienzudamente los trajes, las camisas y las corbatas, he encontrado una variedad de combinaciones muy adecuada que me permite verme presentable y diferente todos los días.

Ha sido muy interesante llevar una organización tan sencilla, pero a la vez tan razonada, en mi experiencia es más fácil arreglarte cuando no tienes tantas cosas para seleccionar, lo cual reforzó la conciencia de que el minimalismo nos ayuda a simplificar la vida de una forma excepcional.

Definitivamente es mucho más fácil decidir qué usar, pues entre lo que seleccioné se encuentran prendas que puedo usar para distintas ocasiones y eventos, en verdad el proceso más complejo fue la selección adecuada de prendas, pero hay básicos necesarios que no podemos descartar y de ahí partimos.

Aquí en México he sentido reacciones muy contrapuestas al Minimalismo, mientras que hay algunas personas que lo viven desde hace tiempo de manera inconsciente, hay otros en quienes percibo un miedo latente a dejar de sentir la capacidad de poseer que les brinda cierta “seguridad”.

En términos generales creo que la conciencia minimalista te permite hacer las cosas más sencillas al limitar cualquier tipo de presión innecesaria, te enseña la forma para disfrutar y valorar mucho más los momentos y hacer diariamente un análisis realista de las cosas que pueden saturar tu vida.

Omar Carreño

Autor de Análisis Realista