Top Menu

Confesiones

[Esta entrada fue publicada primero en la Agenda de Mama. ¡Visítala!]

Lo confieso, yo soy de esas que nunca tiran nada! Soy carne de “y sis” y “por si acasos” y así me va! Pero es que me da pena, porque y si de repente un día va y me hace falta justo eso que tiré?? y tal y cómo anda la economía, por qué deshacerse de algo antiguo que aún puede tener su uso. Y si luego no puedes hacerte con algo nuevo?

Pero señores y señoras, ¡SE ACABÓ! He decidido que no puedo abrir el armario cada día, ver que está lleno de cosas y que al final siempre vaya con  lo mismo. Que hay más cosas de cuando tenía 15-20 años que de la temporada pasada oiga! (y que buena calidad tenían las prendas de entonces que están como nuevas y las primeras en caer han sido las últimas que he adquirido!) y que lo que hay, a base de cambios de talla, de empleo, de vida y demás sea cada prenda de “su padre y de su madre” y no combine nada con nada! Voy a hacer lo que debí haber hecho cuando decidí perder esos kilillos de más e independizarme con mi por aquél por entonces novio (hoy conocido como Marido), vaciar el armario y rellenarlo de nuevo con prendas bonitas, prácticas, combinables y que me sienten (y me hagan sentir) genial! :)

Y no creáis que me he vuelto loca y voy a tirar la casa por la ventana! Lo que voy a hacer es donar lo que no me vale por talla, no me queda bien o se que no volveré a usar y tirar lo que esté viejito. Estudiaré la carta cromática y estilo de lo que quede y después intentaré montar un fondo de armario decente y con cabeza, de forma que todo combine con todo y con “cuatro” prendas pueda estar perfecta para cualquier solución. Para ello, voy a intentar tener un armario minimalista y unirme al proyecto 333. ¿Lo conocéis?

Lo he descubierto de casualidad y reconozco que me ha impresionado. Consiste en pasar 3 meses (una estación completa) con 33 prendas (o menos). En principio se deben incluir en esas 33 prendas los zapatos y complementos y excluir la ropa para hacer deporte, la interior y los pijamas. Y según va variando el clima se pueden sustituir unas prendas por otras (igual si se rompe alguna) no es necesario sustituir las 33 de golpe.

Quizás cuando consiga terminar la limpieza me de cuenta de que tengo muchas más de esas 33 prendas (y la mitad ni las uso) o que tengo muchas menos y he sobrevivido sin problemas durante años! Intentaré seguir también la regla que parece que se repite si buscas información sobre un buen fondo de armario: Tres partes de arriba por cada una de abajo e imprescindible blazer negro, LBD, camisa blanca, vaquero oscuro y pantalon de vestir!

En principio, yo no pensaba incluir los complementos (porque tengo bastantes que me han ido regalando pero apenas uso ninguno) ni los zapatos, pero ya veremos como acaba la historia…

Deseadme suerte!! :D

y vosotr@s… ¿qué opináis? ¿Cuál sería vuestra lista? Os animo a compartirla aquí para dar ideas a l@s que se animen a seguir el reto!


[Esta entrada fue publicada primero en la Agenda de Mama. ¡Visítala!]

Compártelo con tus amigos:
  • Facebook
  • Twitter
  • Google Bookmarks
  • Bitacoras.com
  • Meneame

One Response to Confesiones

  1. Era 26/10/2013 at 21:18 #

    Ahora que mencionas la camisa blanca, hace poco me di cuenta de que yo toda la vida la había subestimado. Pensaba: “Es aburrida, se ensucia fácilmente, se arruga y al cabo de un tiempo ya no se verá tan blanca. No, gracias”. Esta temporada recuperé una que tenía guardada desde hace mucho y que solo me había puesto una o dos veces. Ha sido de gran ayuda en los días un poco fríos porque va bien con cualquier cardigan. El problema sigue siendo, a mi parecer, su corta vida. ¿Alguien sabe que se puede hacer para que las camisas blancas duren más?

Leave a Reply