¿Por qué compro lo que compro? – Proyecciones del futuro

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septiembre 10, 2011

La raíz de un armario desbordado es el desequilibrio entre el número de prendas que entra y el que sale. Es tan fácil comprar como difícil es deshacerse de lo que sobra. Comprar es un acto de afirmación de la propia imagen, un evento social con las amigas o una recompensa personal. No compras porque necesites algo, compras para sentirte mejor contigo mismo. Si quieres reducir el ritmo de compras (ya sea por sostenibilidad o para invertir tu dinero en otras cosas), el primer paso será analizar por qué compras lo que compras:

Si me compro este traje, seguro que consigo ese nuevo trabajo

Quieres cambiar de trabajo y para preparar la búsqueda empiezas con una renovación de tu armario: la ropa formal con aire de mujer ejecutiva (o hombre ejecutivo) está pensada para cuando despegue tu carrera. Te puedes visualizar en las entrevistas dónde estas prendas te ayudarán a dejar atrás a la competencia. Las proyecciones del futuro se manifiestan especialmente en situaciones dónde no estás feliz con el estado actual. Pero antes de sacar la tarjeta de crédito, revisa si ya has hecho los pasos necesarios para cambiar esta situación. Si no tienes una entrevista concertada todavía, no puedes saber qué tipo de ropa se adecua a la nueva empresa. Espera hasta que tengas el contrato para actualizar tu armario de acuerdo con el código de vestimenta de la empresa.

Después de perder 5 kg, este vestido me irá perfecto

Muchas mujeres tienden a comprar ropa que es una talla más pequeña de la que utilizan actualmente. La idea es que una vez que has invertido en una pieza preciosa muy pequeña, tendrás la motivación para empezar con la dieta o ir a las clases de aerobic. En mi experiencia esta estrategia casi nunca funciona y a la hora de desatascar el armario encontramos varias prendas de ropa que todavía llevan la etiqueta. El problema en este caso es que la compensación ha llegado antes que el esfuerzo. De esta forma lo que era pensado como una motivación se vuelve una obligación. Cada vez que miras ese vestido tan mono te sientes mal, porque todavía no has conseguido bajar de peso. Además, durante los días en que te sientes genial contigo misma, el vestido te puede recordar tus propias exigencias (irreales?) y deprimirte.

Antes de comprar: el plan de acción

Cuando te das cuenta de que en realidad estás evadiendo el esfuerzo que realmente te acercaría a tu meta, es hora de hacer un plan de acción. Revisa si lo que quieres conseguir es realmente un deseo tuyo (el nuevo trabajo) o si se trata de una imposición social que no te favorece (tener talla 34). Si llegas a la conclusión que sí es una meta a la que quieres llegar, planifica tus próximos pasos.
  • Describe exactamente lo que quieres conseguir, para visualizarlo
  • Haz una lista de los pasos a seguir para alcanzar a tu sueño
  • Aprovecha la motivación inicial para crear un sistema que te apoye a lo largo de tu camino
La ropa adecuada puede ayudarte a realizar tus sueños, pero no es suficiente: ¡no te olvides de actuar! Imagen: def110 / flickr 

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