Top Menu

El proyecto 333: un buen comienzo para simplificar tu vida

[Esta entrada fue publicada por primera vez en Junio de 2013 en Wellness Juice]

Éste es un paso más para simplificar mi vida. No de los más importantes, pero sí de los que más ganas tenía. Y ya estoy preparada.

Antecedentes

Llevo ya varios años pensando:

  • Me sobra ropa.
  • Vaya cantidad de dinero que he gastado en prendas que he usado dos veces.
  • ¿Por qué guardo esto si ya no me gusta/ya no me viene/ya está pasado de moda/ ya está desgastado?
  • Si me deshiciera de la ropa que no uso, dejaría espacio para otras cosas.
  • Aun teniendo el armario “organizado” ¿cómo es que no encuentro lo que busco a la primera?
  • ¿Por qué tardo tanto tiempo en decidir qué me pongo si al final siempre me pongo lo mismo?

Si no recuerdo mal, una de las primeras señales fue ojear blogs de moda y ver que la blogger en cuestión llevaba cada día un modelito diferente. Vaya por delante que me parece muy bien que cada uno haga lo que quiera con su vida, con su tiempo y con su dinero. A mí me gusta la moda, pero esta forma de someterse a ella me inquieta y me hace plantearme adónde estamos llegando.

Otra señal es que, debido a que llevo varios años viajando continuamente, he aprendido a ir por la vida con poco equipaje. Al fin y al cabo, lo que acabo metiendo en la maleta son prendas cómodas y dependiendo de la estación, que abriguen o transpiren bien. Y esto no significa que no vaya bien vestida ni que me sienta menos guapa. A la larga me he dado cuenta de que no necesitamos tanto.

Empecé a ver ilógicas muchas cosas que hasta ese momento me habían parecido normales. Me informé sobre el tema porque cada vez que iba de shopping sabía que algo no estaba haciendo bien.

  • ¿Necesito lo que estoy a punto de comprar?
  • ¿Es una compra compulsiva?
  • ¿Tengo más iguales?
  • ¿Con qué me combina?
  • ¿Es de buena calidad?
  • ¿Cuánto me puede durar?
  • ¿Puedo pasar sin comprarlo?
  • ¿Lo he comparado con otras prendas?
  • ¿Dónde está hecho?
  • ¿Con qué materiales?
  • ¿Quién lo ha hecho y bajo qué circunstancias?

Fue entonces cuando comprendí que mi relación con la moda era tóxica, que el consumir moda y almacenarla en el armario tiene muchas desventajas: para mí, para la sociedad y para el medio ambiente. Y a partir de un determinado momento decidí cambiar.

Ahora

maleta llena de ropaEstoy descubriendo otras formas de producir, otras formas de consumir y sobre todo otras formas de vivir. Para mí, deshacerme de tantas cosas que he estado guardando durante años tiene un efecto liberador muy potente, no porque vaya a vaciar mi armario, sino porque ratifica lo que vengo sintiendo ya hace tiempo. Es como materializar un pensamiento, como dejar de pensar y sentir para pasar a la acción.

Ahora en junio justo hace un año que decidí que iba a comprar solo lo que necesitara, y haciendo cuentas me he comprado solamente un par de zapatos que necesitaba (de verdad), un par de jerséis y una buena chaqueta para el frío inglés. Pero lo mejor no es lo poco que he comprado. De lo que más orgullosa estoy, es que no he sentido la necesidad de hacerlo. Ahora estoy preparada para dar un paso más.

De ahora en adelante

Sé lo que es vivir de forma más simple y me gusta más así. Ya os comenté algunas ventajas en El secreto de la simplicidad y en Simplifica tu vida y sé feliz. O viceversa.

Quiero vivir una vida ligera y soy consciente de que solo puede partir de mí. Me gusta conocer los casos de personas que se han pasado al minimalismo y que lo han conseguido invirtiendo tiempo y esfuerzo. Para mí este es también un reto en el que estoy convencida de que aprenderé, y eso para mí es lo más importante.

El proyecto 333

El proyecto 333 me parece un buen comienzo. Consiste en escoger 33 prendas para usarlas durante 3 meses. Dentro de estas 33 prendas se incluyen zapatos y chaquetas pero no joyas, ropa interior, el pijama o ropa deportiva.

La próxima edición comienza el 1 de julio y finaliza el 30 se septiembre, pero cada uno puede empezar cuando quiera e ir a su ritmo.

Como ya os comenté, esto no consiste en ponerte delante del armario y deshacerte de toda la ropa que ya no usas, porque posiblemente volverá a llenarse en los próximos meses. No se trata del impulso de abrir el armario, coger toda la ropa en plan “excavadora” y tirarla por el balcón. Debería de ser un proceso slow en el que analices bien cada una de las prendas y, con un poco de sentido común, hacer lo que tengas que hacer con ellas.

Hace unas semanas hice una preselección: vacié el armario en tres montones sobre la cama: el montón “sí” (porque me gusta, porque me viene bien, porque sé que lo voy a usar), el montón “no” y el montón “quizás”.

El montón “No” (un montón más grande de lo que esperaba) lo doné, lo regalé y lo dejé en el contenedor de reciclaje de ropa. El “quizás” lo tengo guardado y no pienso abrirlo hasta finalizar el verano. Del montón de los “sí” salieron las prendas que quiero incluir en el proyecto.

Pensaba que 33 eran muchas prendas, estaba segura de que yo, pobrecita de mí, había pasado los anteriores veranos con muchas menos prendas. Y cuando, por fin, relajada y convencida, me he puesto a elegir exactamente las 33, he tenido que quitar, poner, volver a quitar, combinar y finalmente mirar con cara de resignación algunas prendas que no pueden entrar a concurso. Pero que no cunda el pánico, realmente no ha sido tan doloroso. Solamente han sido unas 5-6 prendas (incluidos bolsos) de diferencia. Así que se puede superar.

Mis sensaciones son positivas, aunque el mes de septiembre lo veo complicado. Solamente he seleccionado dos prendas de manga larga, y como le dé por hacer un poco de frío, no se qué voy a hacer un mes entero con dos prendas solamente, pero seguro que puedo sobrevivir.

Para mí es un alivio pensar que no voy a preocuparme por la ropa en tres meses. Ya no perderé mi tiempo en:

  • Ir de compras: atascos, buscar parking, colas, etc.
  • Decidir qué me pongo
  • Reorganizar la ropa del armario.
  • Lavar, tender y planchar más ropa de la necesaria.

Y podré destinarlo a cosas realmente importantes y con las que disfruto más.

¿Qué os parece? ¿Pensáis que 33 prendas son muchas en vuestro caso? ¿Os atrevéis a uniros al proyecto? ;)


Imagen: D.A. Believe en Pinterest

, , , ,

No comments yet.

Leave a Reply